lunes, 18 de enero de 2010

Dos años después


Después de todo las cosas siguen igual.


Hoy vuelvo a escribir por la misma razón, porque la duda no me deja ver, y es aquí y ahora cuando se me ocurre que escribir es la única manera de ensordecer al público mientras yo lloro y me reviento entre las lágrimas.


He pensado muy detenidamente que tal vez tu y yo deberíamos compartir solo una vez al mes. Y esa vez entonces nos reuniríamos a tomar chocolate con queso en algún café de esos a los que nunca quisiste ir. Y así, yo me sentaría a esperarte cada día específico de cada mes a pensar solo en ti, a pensar por qué no has llegado, por qué no has llamado, por qué otra vez, como cada mes, no vas a llegar. Y entonces, mi cabeza estaría dispuesta a pensarte solo una vez al mes y no nos haríamos tanto daño.


Hasta hoy pensaba que era única en tu vida, que ya habiamos superado los momentos de inseguridad que solían invadirme para empezar a confiar en ti con los ojos totalmente cerrados mientras tu me decias que me necesitabas y que lo mejor era no abandonarnos. Antes de esto yo buscaba salidas, buscaba otras personas, hasta encontré a alguien que pudo haber sido diferente, pero lo obligué a que fuera igual qa ti y nada se pudo hacer. Antes quería otra manera, queria definitivamente hacerte a un lado y no sabes todo lo que logré para que tu volvieras y me dijeras que estaba equivocada y vovler a creerte y devolverme al principio!!!


Me estoy cansando de ser tu trencito, que me devuelvas al principio de la ruta cuando se te da la gana y que me acerques y me abraces solamente cuando no estoy averiada.


Yo no sé cómo tienes tanta fuerza para hacerme sentir vulgar e inútil, para hacerme sentir que no es tan importante lo que he dado por ti, lo que te ofrezco a diario, lo que te digo... A veces creo que el hecho de que te pase los dedos por cada una de las arrugas de tu cara no es suficiente para mostrarte que de verdad te estoy dando mi vida!!


La próxima vez el que tiene que pensar las cosas eres tú, porque desde hace más de dos años me estas perdiendo y el errore era confiar en ti, pero ahora la cosa está más grave, porque ya hasta la confianza se esta desvaneciendo.


Lo que tienes que hacer esa próxima vez, es llamarme a mi primero, y no a ella...